Antes de centrarnos en la indumentaria de regiones más particulares, no podemos dejar de repasar cuales son las partes básicas en un traje de diario de mujer dentro de lo que es el Valle del Ebro, zona en la cual vemos mucha semejanza en cuanto a los elementos que conforman el traje de la zona, ya que Zaragoza como ciudad principal de Aragón, siempre estuvo más abierta a las influencias que llegaban de Europa, además de que tenemos que posicionarnos en la evolución urbanística e industrial que iría sufriendo la ciudad. No podemos olvidarnos que la manera de vestir de la población se encuentra influenciada por el contexto del entorno. Sobretodo como se podría ver en un traje del siglo XIX.

En esta entrada nos centraremos sobre todo en las partes que componen un traje de diario y en que orden se colocan las diferentes partes.

Si empezamos desde el principio, la mujer tendría que ponerse una camisa interior o camisón, básicamente seria como la ropa interior, la cual sirve como base para las siguientes partes.
También debería de ponerse unas calzas o medias que llegaran hasta la pantorrilla; ahora es muy común actualmente ver que tanto hombres como mujeres llevan medias a modo de leotardos, hasta la cintura, que claramente son más cómodos. Estas calzas se encontrarían sujetas por los atapiernas, que son cordeles bordados en diferentes colores.

Atapiernas.

El siguiente paso, que personalmente realizo a continuación (aunque se puede hacer casi al final), es ponerse las alpargatas. Las alpargatas pueden ser las típicas blancas con tiras negras o aquellas que están hechas de ganchillo, ambas con suela de cáñamo.

Seguidamente vendría el turno de las enaguas, normalmente, es muy común llevar varias. Estas se colocan encima de la camisa y se ciñen a la cintura. Estas enaguas podían ser de distintos materiales como el lino o el algodón. Sin embargo, era muy común el reaprovechar sabanas.

Un accesorio que viene muy bien para aquellas que no tengan mucha cadera, el Rulo o Cojinete viene de maravilla. Sirve para amortiguar el peso de las siguientes faldas. Parece mentira, pero pueden llegar a pesar bastante y cuando el peso cae, se clavan y acabas con dolores y marcas de las cinchas en la cintura. 

Rulo o Cojinete.

La siguiente capa seria el llamado Refajo, es una falda que se anuda por delante y por detrás, que suele ser de tela gruesa, si es invierno, o tela mas fina si es verano.

Para vestir el torso existen diferentes elementos como podría ser una chambra, un jubón o un justillo. Al igual que los tejidos en los cuales estos estén realizados. Dedicaremos una entrada más adelante para centrarnos en estas tres piezas tan características.

Jubón.

Un elemento que ahora las mujeres llevamos normalmente en el bolso, ahora se llama monedero, pero de normal existía la llama Faldriquera, que se anudaba alrededor de la cintura. La faldriquera era muy cómoda, ya que se podía acceder a ella a través de las pequeñas que tenía la falda o saya.

Faldriquera.

Por último, colocaríamos el mantón (al cual se le podría dedicar otra entrada entera), que tendría que estar recto y simétrico. para finalizar se colocaría el delantal y aquella joyería modesta que la mujer poseyera. 

Delantal y mantón.

Si acudimos a la R.A.E y buscamos la palabra "etnología", veremos que cuyo significado es aquella ciencia que estudia las causas y las razones de las costumbres y tradiciones de los pueblos.

La indumentaria se encuentra englobada dentro del contexto del Patrimonio etnológico, ya que es un claro ejemplo de la evolución histórica de una población. Por lo tanto, podemos tener una visión más cercana de las maneras, costumbres y tradiciones de una población en una región particular a través de los atavios o vestimentas y por la tanto ver una clara diferenciación entre estratos sociales dentro de esta misma.

El tema de este blog, como ya se ha podido intuir, se centrará en la indumentaria regional aragonesa. Señalando el traje tradicional particular de diversas regiones que se encuentran localizadas a lo largo de las tres provincias de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Si tuviéramos que señalar un día del año en el cual destaca la indumentaria aragonesa, ese seria el dia de la ofrenda de flores a la virgen del Pilar, que se celebra cada 12 de octubre desde que en 1948 el ayuntamiento solicitará la realización de una gran ofrenda floral, ya que se le había concedido el rango de Basílica menor a El Pilar. Con anterioridad se habían realizado pequeñas ofrendas florales los días 2 de enero y 12 de octubre, pero estas se encontraban localizadas en el camarín de la virgen, que se sitúa en la Santa Capilla.

En años posteriores, grupos independientes realizaron ofrendas florales llevando el traje regional de la región de la cual proceden. Sin embargo, no sería hasta 1958 cuando se tiene constancia de la primera ofrenda floral como se la conoce en la actualidad, convirtiéndose este evento en Fiesta de Interés Turístico Nacional. 

Cierto es, que no es hasta hace una década aproximadamente, que se empezó a ver un cambio en la los ejemplos de la indumentaria de la región de Aragón, puesto que desde los años 80, proliferaron las lentejuelas en las camisas y el raso negro y campesinas con mantones de manila.

La población empezó a concienciarse y a empezar a llevar prendas de manera fidedigna, dando así ejemplo de un intento recuperar la antigua indumentaria tradicional de su región, como aquellos que pertenecen o tienen lazos con Ansó, que llevan el traje regional ansotano, un traje que analizaremos más adelante.